Relato de mi vida de
lector
Comencé la lectura a
la edad de 5 años en el colegio Centro Piloto Simón Bolívar. Lo puse en
práctica en los diversos cuentos que leía gracias a mi padrino que siempre
estuvo inculcándome el gusto por el aprendizaje desde muy pequeño. Desde ese
punto, y hasta la edad de los 12 años, me apasionaba leer, me encantaban todas esas historias de
misterio y más aún las de ciencia ficción. Pasaba horas y horas devorando
historia tras historia como si no hubiera un mañana.
Estaba muy feliz de lograr hacer algo que ni aun mi hermana mayor hacía, que
era leer por pasión y no por obligación, pero todo esto cambió. Por desgracia
empecé a tener distracciones en mi vida cotidiana como por ejemplo la
televisión, esa caja cuadrada que nos vuelve más tontos, esa misma fue la que
me empezó a distraer hora tras hora, día tras día, hasta que llegó al punto de
absorberme, olvidé lo que era realmente importante, lo que en verdad me
convenía, y era leer.
Años más tarde, después de desperdiciar mi tiempo en la
televisión, pude ver por así decirlo una luz en mi camino y fue en el octavo
grado cuando conocí a la que sería mi mentora en una de mis grandes pasiones
como lo es la biología, ella me inspiro en sus clases mi interés en la genética
y de como el hombre podría llegar a cambiar muchas cosas cotidianas con los ya
existentes procesos de experimentación de biogenetica un campo que me cautivó
completamente y el cual despertó mi deseo de volver a leer, fue una experiencia
muy grata de nuevo horas cautivado tratando de entender y comprender todas
aquellas palabras que lograban retumbar en mi mente y decirme esto es el futuro
y aún más quisiera que fuera el mío , parecía que volvería a disfrutar de la
lectura pero por desgracia perdí a mi mentora en noveno grado ya que no vería más
biología a partir de ese grado y allí empezó todo en décimo grado obtuve un
pésimo profesor de español el cual me llevo de nuevo a perder el interés ya que
sus clases no eran agradables solo ver películas mientras que el
coqueteaba con sus alumnas y nos hacía desperdiciar el tiempo con cosas que
jamás tendrían algo que ver con el español era muy despreocupado y desde mi
punto de vista un pésimo profesional un mediocre, esto sumado con una
nueva adicción a los videojuegos terminaron por acabar con mi pasión por
leer de nuevo, desde entonces he estado perdido en los videojuegos y dejando
atrás algo tan bueno como lo es el leer y aprender.
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