Todo se fue dando paulatinamente,
se tenía que esperar de una madre que en antaño fue capaz de leer la novela más
importante del novel colombiano junto con un montón de sagas que superaban las
5000 páginas. El hábito tanto el gusto no surgieron de golpe. Pasaron varios
años para que la consciencia tomara el liderato y autoridad, pasaron muchos
libros para que el no parar de leer se volviera una costumbre, para que la
ficción y la fantasía te apartaran un rato de ese clima hostil que se vive a diario.
Considero que mi vida como lector dio origen pocos años atrás cuando por primera
vez me acerqué a una obra escalofriante del sucesor de Edgar Allan Poe, Stephen
King quien con su inmensa caracterización de personajes dio origen a mi pasión por
la lectura, la cual a partir de allí se desarrolló exponencialmente, conocí
variados autores y diversifiqué géneros, como las increíbles historias del
realismo degradado, narradas por Mario Mendoza,
la increíble forma de narrar la historia antigua de Santiago posteguillo, o la
impresionante forma de ver el futuro de Isaac asimov, pienso que me falta leer
un montón conocer nuevos mundos y nuevas formas de pensar, pero lo más
importante es que el hábito lo he llegado a conseguir.
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